Bendecir el inicio del ciclo académico y laboral de tus hijos

“Era el primer día de clases después de las vacaciones. Los nervios de mis hijos eran evidentes mientras se preparaban para salir al colegio. A pesar de las sonrisas y la emoción, sabía que algo más grande estaba en juego: la bendición que necesitaban para este nuevo ciclo. Con una simple oración, los acompañé antes de que salieran de la puerta. “Que Dios los guíe, los proteja y les dé sabiduría”, les dije mientras los abrazaba. En ese momento, entendí que más allá de los libros y las materias, lo más importante era la bendición que les brindaba en su caminar.”

El inicio de un ciclo académico y laboral es más que una simple rutina. Es un momento clave para darle propósito y dirección a lo que se va a vivir. Las bendiciones son un acto espiritual que no solo les dan a nuestros hijos protección, sino también una conexión más profunda con Dios. Al bendecir sus estudios, les estamos ofreciendo no solo buenos deseos, sino también el acompañamiento divino que los ayudará a enfrentar cualquier desafío. Bendecir es confiar en que Dios camina con ellos y les brinda la gracia para afrontar cada nuevo día con esperanza.

Te presento a este gran profeta del Antiguo Testamento:

“Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.”
Jeremías 29,11

Llevémoslo a la práctica:

Hoy, antes de que tus hijos comiencen su jornada académica o laboral, tómate un momento para bendecirlos. Coloca tus manos sobre sus cabezas o abre tu corazón en oración por ellos. Pide por su salud, su inteligencia y su bienestar. También puedes bendecir su mochila o libros, como símbolo de protección y orientación divina en su camino.

Esta bendición es tanto para ti como para que tú la apliques a tus hijos:

Que Dios les dé sabiduría, fuerza y paciencia para enfrentar cada desafío que se les presente en este nuevo ciclo. Que cada paso que den esté guiado por Su amor y Su luz, y que encuentren éxito en cada tarea que emprendan, sabiendo que no están solos. Amén.

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