Bendición para quienes celebran con alegría y gratitud

BENDICIONES

9/19/20252 min read

En medio de un 18 de septiembre soleado, vi a una familia compartir su mesa en un parque. No había lujos: unas empanadas, un par de manteles sobre el pasto, guitarras que sonaban al ritmo de cuecas. Lo que llenaba el ambiente no era la abundancia material, sino las risas, la gratitud y la calidez con que se miraban unos a otros.

Ese momento me hizo pensar que la verdadera celebración no se mide por el tamaño del banquete, sino por la capacidad de agradecer y disfrutar lo sencillo. Quienes celebran con alegría y gratitud descubren que lo cotidiano se convierte en un regalo divino.

La alegría auténtica nace del corazón agradecido. Cuando celebramos desde la gratitud, no nos quedamos en lo externo: reconocemos que la vida misma, la familia y los amigos son un don. La espiritualidad nos recuerda que agradecer es el camino más corto hacia la felicidad, y que la fiesta se vuelve oración cuando está impregnada de gratitud.

Celebrar con conciencia nos protege del exceso y del vacío. Nos ayuda a reconocer que lo que tenemos es suficiente y que lo compartido se multiplica.

Te propongo un camino práctico para celebrar con gratitud:

  1. Da gracias en voz alta: antes de la comida, nombra al menos tres cosas por las que estás agradecido.

  2. Celebra lo simple: disfruta de lo cotidiano como un regalo: una canción, un abrazo, una risa.

  3. Comparte tu alegría: invita a alguien que esté solo o comparte parte de tu mesa.

  4. Guarda un recuerdo: escribe o fotografía un momento de la celebración para recordarlo después.

Déjate inspirar por san Pablo:

  • "Estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión" (1 Tesalonicenses 5,16-18).

Si quieres un desafío mayor:.. en la mesa familiar, coloca un cuaderno o papel donde cada uno pueda escribir por qué da gracias este septiembre. Luego lean juntos sus palabras y terminen con una oración comunitaria.

Bendición

Que el Señor bendiga tu celebración con alegría serena y gratitud profunda. Que en cada gesto compartido descubras su presencia y que tu fiesta se convierta en un canto de agradecimiento por la vida y el amor. Amén.