Celebrar la vida y el compromiso: enseñanzas para parejas
PREPARACIÓN AL MATRIMONIO
Oremos Juntos
9/8/20252 min read


En una celebración sencilla, donde me invitaron como maestro de ceremonia, bajo un parrón iluminado con luces pequeñas, Camila y Jorge renovaron su compromiso después de varios años de convivencia. No fue un acto ostentoso ni lleno de adornos, sino una tarde de sinceridad y cariño frente a sus seres más cercanos. Entre risas, anécdotas y miradas cómplices, ambos pronunciaron palabras que iban más allá de la emoción: “Hoy queremos seguir eligiéndonos, no porque todo sea perfecto, sino porque sabemos que nuestra historia merece ser cuidada”.
Ese gesto, más que un ritual, se convirtió en un recordatorio de lo esencial: celebrar la vida en pareja no es esperar momentos grandiosos, sino aprender a valorar los detalles cotidianos, la perseverancia silenciosa y la alegría compartida. El compromiso no es un peso, sino una promesa de caminar juntos, sostenidos en la fe y en el amor.
El matrimonio y la vida en pareja nos muestran que el compromiso no es una meta alcanzada, sino un camino que se construye día a día. Celebrar el amor significa reconocer que cada etapa trae sus desafíos, pero también sus frutos. Lo importante es no olvidar que Dios habita en lo cotidiano: en una comida compartida, en un perdón sincero, en la ternura ofrecida incluso en los momentos de cansancio.
La preparación al matrimonio —y su vivencia diaria— no debería quedarse en un rito, sino en una actitud constante: aprender a mirarse, a escucharse, a acompañarse. Cuando el compromiso se celebra, se transforma en fuente de alegría y fortaleza.
Te propongo un camino práctico para fortalecer tu compromiso:
Deténganse a recordar: hablen de cómo comenzó su historia y de lo que han aprendido el uno del otro.
Elijan un gesto de gratitud: puede ser escribir una carta breve o preparar algo especial para el otro.
Oren juntos: aunque sea una oración sencilla, inviten a Dios a ser parte de su unión.
Renueven su promesa: no importa si fue un “sí” en el altar o un “te elijo” en la vida diaria; volver a pronunciarlo fortalece el corazón.
Te propongo este texto del Nuevo Testamento:
"Y sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección" (Colosenses 3,14).
Esta semana, preparen juntos una comida sencilla y compartan una oración de bendición antes de empezar. Dejen que ese momento se convierta en símbolo de su unión: alimentar el cuerpo y alimentar el amor en la misma mesa.
Si además están pensando en hacer algo un poco más elaborado y con mayor fruto para ustedes, contáctenme y conversemos.
Bendición
Que el Señor bendiga su amor y su compromiso con alegría renovada. Que en cada gesto cotidiano encuentren un reflejo de la ternura de Dios. Que su unión sea fuente de esperanza para ustedes y para quienes los rodean, y que nunca falten la fe, la gratitud y la perseverancia en su camino. Amén.