El valor del respeto en la diversidad cultural y espiritual

TEOLOGÍA PARA LA VIDA

9/20/20252 min read

En una celebración comunitaria de septiembre, distintas familias compartían sus tradiciones. Mientras unos bailaban cueca, otros llevaban platos típicos de sus lugares de origen: humitas, calapurca, cazuela. Entre risas y conversaciones, una mujer boliviana tomó la guitarra y entonó un canto que no todos conocían. Hubo un instante de silencio, hasta que alguien comenzó a acompañarla con palmas. De pronto, todos estaban unidos en una misma melodía.

Ese momento reflejó algo profundo: la diversidad no divide cuando se vive desde el respeto, sino que enriquece. Allí comprendí que la fe también nos invita a escuchar, a valorar y a dejarnos enseñar por quienes son distintos a nosotros.

El respeto es una de las expresiones más concretas del amor cristiano. No significa estar de acuerdo en todo, sino reconocer la dignidad de cada persona y valorar lo que aporta. La diversidad cultural y espiritual no es una amenaza, sino una oportunidad de crecer en fraternidad.

Cuando aprendemos a escuchar en lugar de juzgar, a preguntar en lugar de rechazar, descubrimos que Dios habla también a través de la pluralidad. El Evangelio nos llama a construir comunidades donde nadie quede fuera, porque todos somos parte de la misma mesa de la vida.

Te propongo un camino práctico para vivir el respeto en la diversidad:

  1. Escucha antes de opinar: da espacio a que el otro exprese su visión sin interrupciones.

  2. Valora lo positivo: identifica al menos un aspecto enriquecedor en lo que el otro comparte.

  3. Aprende algo nuevo: toma como oportunidad cada encuentro para ampliar tu mirada.

  4. Ora por la unidad: pide a Dios que te ayude a ver en la diversidad un reflejo de su amor.

Y sí: nuevamente san Pablo tiene una palabra muy sabia:

  • "Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3,28).

Entonces, si te gusta la adrenalina, te desafío a que en tu próxima reunión o celebración, compartas una oración comunitaria en la que cada persona pueda expresar una palabra de gratitud desde su propia tradición.

Bendición

Que el Señor bendiga tu mirada para reconocer la riqueza en cada persona y cultura. Que tu corazón aprenda a respetar y valorar las diferencias, construyendo siempre unidad en medio de la diversidad. Amén.